Al pensar en la vecina ciudad de Núremberg, algunos piensan en Alberto Durero o el Castillo Imperial, mientras que otros piensan en el mercado navideño, el pan de jengibre y las salchichas. Pero la ciudad tiene mucho más que ofrecer: rodeado por las históricas murallas, el casco antiguo ofrece una fascinante mezcla de edificios históricos, arquitectura contemporánea y pequeños oasis verdes. Un variado panorama museístico, numerosas tiendas y una oferta gastronómica completan a la perfección una visita a Núremberg. En verano, numerosos eventos al aire libre atraen a los visitantes.
La responsabilidad de la ciudad con su propio pasado se demuestra de forma impresionante en el Centro de Documentación del Recinto de Concentración del Partido Nazi, que explora las causas, los contextos y las consecuencias del régimen nazi. En el Memorial de los Juicios de Núremberg, los visitantes pueden aprender sobre los Juicios de Núremberg en la exposición permanente, junto a la famosa Sala 600.